Antonio Ruiz de Azúa Mercadal
Revue L’Ostéo4pattes. Ed. Vetosteo. Revista N°42 (55). Novembre 2016. 12-14.
Yo sólo puedo mostrarte la puerta. Tú eres quien debe atravesarla. Morfeo
Discurrimos por las sendas de la vida sin la certeza de saber cómo es en realidad el mundo que nos rodea. En nuestra ignorancia, vivimos satisfechos hasta que un día, como a Alicia (el personaje de la novela de Lewis Carroll), surge ante nosotros de forma inesperada un conejo blanco, una intuición que pone en duda algunas de nuestras creencias. Cuando esto ocurre, podemos escoger entre dos opciones: continuar por los caminos conocidos o seguir al conejo blanco hasta el cuarto de los misterios donde, tras franquear alguna de sus puertas, nos adentraremos en los bosques del conocimiento.
LA CAVERNA
Para
describir la ignorancia en la que estaban inmersos los seres humanos, Platón
utilizó la metáfora de una caverna habitada por esclavos encadenados; una
caverna sobre cuyas paredes se proyectaban las sombras de objetos situados a su
espalda, frente a una hoguera. Esas sombras eran la única referencia del mundo
que tenían los esclavos ya que sus cadenas les impedían girar la cabeza y ver
directamente los objetos.
Conjeturaba
Platón que si algún esclavo lograra liberarse de las cadenas y escapar fuera de
la caverna, difícilmente comprendería lo que vería ya que hasta entonces sólo
había conocido un mundo formado por sombras. Proseguía Platón que, si una vez
fuera de la caverna el esclavo sintiera compasión por sus compañeros de
cautiverio y decidiera retornar al interior para compartir con ellos su
descubrimiento seguramente éstos, creyendo que su compañero había perdido la
razón, se burlarían de él o, todavía peor, lo matarían porque la nueva
información supondría para ellos un cambio de creencias, hecho que no podían
aceptar.
MATRIX
Casi
2600 años después de Platón, los hermanos Wachowski realizaron una versión
moderna de la metáfora de la caverna en su película Matrix.
La
trama de Matrix discurre en el año 2199. En esa época los seres humanos ya hace
tiempo que han destruido la superficie de la Tierra y viven esclavizados por
las máquinas, encerrados en cápsulas guardadas en el interior de una gran
caverna. Los cuerpos de los humanos son utilizados por las máquinas para
obtener energía eléctrica. Para mantenerlos vivos han conectado sus cerebros,
mediante cables, a un potente programa informático llamado Matrix cuyo objetivo
es hacerles creer que viven en el mundo anterior a la destrucción de la
superficie de la Tierra.
Matrix nos rodea. Está por todas partes incluso ahora, en esta
misma habitación. Puedes verla si miras por la ventana o al encender la
televisión. Puedes sentirla cuando vas a trabajar, cuando vas a la iglesia,
cuando pagas tus impuestos. Es el mundo que ha sido puesto ante tus ojos para
ocultarte la verdad.
Morfeo
Uno
de los humanos conectados a Matrix es Thomas Anderson (Neo). Neo no es
consciente de vivir en el mundo virtual creado por Matrix, aunque siempre ha
tenido el presentimiento de la existencia de un gran enigma en su mundo. Este
enigma empieza a desvelarse el día que recibe en la pantalla de su ordenador un
mensaje desconcertante:
Despierta, Neo. Matrix te posee. ¡Sigue al conejo blanco!
En
la siguiente escena de la película Neo descubre a una mujer que tiene tatuado
en el hombro un conejo blanco y decide seguirla hasta un bar. Allí conoce a
Morfeo, el líder de los rebeldes que luchan contra las máquinas. Morfeo le
revela a Neo que está viviendo en un mundo virtual creado por Matrix.
eres un esclavo,
Neo. Igual que los demás, naciste en cautiverio. Naciste en una prisión que no
puedes ni oler ni saborear ni tocar. Una prisión para tu mente. Morfeo
Tras
este descubrimiento el cuerpo de Neo se libera de los cables que lo mantenían
conectado a Matrix, abre los ojos y descubre que estaba viviendo recluido en
una cápsula en el interior de la caverna.
¿Por qué me duelen los ojos? Neo
Jamás los habías usado. Descansa. Neo.
Ya llegarán las respuestas. Morfeo
Ya
libre de sus ataduras, Neo huye de la caverna y se une a Morfeo y a sus
compañeros para luchar contra Matrix.
Como
al esclavo de la caverna de Platón, a Neo le será difícil convencer a los
humanos sometidos por Matrix de que están viviendo en un mundo virtual. Algunos
de ellos se encuentran tan cómodos en Matrix que no dudan en rechazarle.
Incluso Cifra, uno de sus compañeros de lucha, traiciona a Morfeo a cambio de
que Matrix le permita retornar al interior de la caverna donde disfrutar de los
placeres de ese mundo virtual.
La ignorancia es la felicidad. Cifra
¿CÓMO DIFERENCIAR LOS SUEÑOS DE LA REALIDAD?
¿Alguna vez has tenido un sueño, Neo, que pareciese muy real?
¿Qué ocurriría si no pudieras despertar de ese sueño? ¿Cómo diferenciarías el
mundo de los sueños de la realidad? Morfeo
La
metáfora de la caverna de Platón y la película Matrix plantean algunas
cuestiones tales como ¿qué es la realidad?, ¿cómo podemos distinguir la
realidad de los sueños?, ¿podemos confiar en nuestras percepciones?
Según
algunos filósofos, la realidad es una alucinación compartida por el conjunto de
los seres humanos. Hemos establecido un consenso social sobre lo que debemos
considerar real o no. Esto nos condiciona a percibir sólo aquello que
previamente hemos acordado como real. Como decía Guy de Maupassant en su novela
"Pedro y Juan": Estamos acostumbrados a
utilizar nuestros ojos sólo con el recuerdo de lo que otras personas antes que
nosotros han pensado sobre el objeto que estamos viendo.
Las
nuevas tecnologías (televisión, internet, videojuegos, etc) y las redes
sociales nos están sumergiendo en un nuevo mundo virtual en el que es difícil
distinguir lo real de lo imaginario. Esta situación dificulta la
autoconsciencia corporal y fomenta la pérdida de identidad del individuo.
Algunos psicólogos han atribuido el éxito de los selfies (autorretratos) a un
deseo de compensar esta pérdida de identidad.
Creí que no era real. Neo
Tu mente hace que lo sea. Morfeo
¿Qué es real? ¿De qué modo definirías real? Si te refieres a lo
que puedes sentir, a lo que puedes oler, a lo que puedes saborear y ver,
entonces el término real son señales eléctricas interpretadas por tu cerebro.
Este es el mundo que tú conoces. Morfeo
TRES CONEJOS BLANCOS
Tarde o temprano entenderás la diferencia entre conocer el
camino y andar el camino. Morfeo
Transitando
por los caminos de la osteopatía, en tres ocasiones salió a mi encuentro un
conejo blanco, un insight de que estaba viviendo en un "Matrix
osteopático". Como a Alicia, mi curiosidad me animó a seguirlo hasta el
bosque del conocimiento en busca de respuestas.
El
primer encuentro con el conejo blanco ocurrió tras la lectura de un artículo de
medicina que atribuía a la médula espinal una tensión intrínseca llamada
"fuerza de tracción medular" (FTM), capaz de originar patologías como
la escoliosis idiopática y la enfermedad de Arnold Chiari. La existencia de la
FTM me hizo plantear la siguiente pregunta: ¿y si el elemento transmisor de
fuerzas entre el cerebro y el sacro fuera la médula y no la duramadre como
afirmaba Sutherland?
Siguiendo
al conejo blanco crucé el umbral de una puerta del cuarto de los misterios en
la que colgaba el cartel "Neurología", adentrándome en el bosque del
conocimiento donde descubrí, entre otras cosas, que in vivo las paredes del
fondo de saco dural permanecen relajadas. El hecho que a nivel lumbar la duramadre
permanezca relajada contradice el modelo del core link de Sutherland. Otro
factor en contra de este modelo es la existencia de adherencias de la duramadre
en la cara interna del hueso occipital y primeras vértebras cervicales,
impidiendo los movimientos durales a este nivel.
En
revistas de osteopatía ("Apostill" de Francia, "Terapias
naturales" de Argentina y "L´Ostéo4pattes" de Francia) escribí
acerca de la FTM, descartando el modelo del core link.
Poco
tiempo después de la publicación de mi primer artículo sobre la FTM apareció de
nuevo en mi camino el conejo blanco. En un libro de psiquiatría encontré una
referencia sobre unos pequeños movimientos ondulantes tisulares de origen
psíquico, apenas perceptibles con la vista. ¡Movimientos tisulares apenas
perceptibles! Ese descubrimiento hizo cuestionarme una serie de preguntas: ¿qué
relación tienen estos movimientos de origen psíquico con los movimientos del
MRP de Sutherland?¿por qué los libros de osteopatía no los mencionan?
Sutherland
fundamentaba la existencia del MRP en dos hechos:
-
la existencia de unos movimientos intrínsecos del cerebro
-
la transmisión de las fuerzas generadas por estos movimientos al resto del
cuerpo mediante la duramadre (core link) y el líquido cefalorraquídeo (LCR).
Tras
haber descartado el modelo del core link, el siguiente paso fue cuestionarme el
origen de los movimientos tisulares que percibía. ¿Se originaban en el cerebro,
como afirmaba Sutherland, o bien eran movimientos musculares de origen
psíquico?
Déjame
decirte por qué estás aquí. Estás aquí porque sabes algo. No puedes explicar
ese algo. Pero lo sientes. Lo has sentido toda tu vida. Este mundo tiene algo
raro. No sabes qué es, pero ahí está ... como una astilla en tu mente,
volviéndote loco. Morfeo
En
esta segunda ocasión, tras el conejo blanco atravesé la puerta del cuarto de
los misterios en la que colgaba el cartel "Percepción" y en el bosque
del conocimiento descubrí que mis percepciones manuales eran ilusiones mentales
que me habían sumergido en un Matrix osteopático.
Lo
primero que aprende el que se inicia en el estudio de la percepción es que
percibimos con la mente, no con las manos. "Sensación" y
"percepción" no son términos sinónimos. Las sensaciones se generan en
los órganos sensoriales y se transmiten al cerebro en forma de potenciales de
acción eléctricos. Una vez allí, estas señales eléctricas junto a otras
provenientes de distintas zonas del cerebro dan lugar a las percepciones. Las
percepciones no brindan una imagen directa del mundo real sino una interpretación
subjetiva del mismo.
En una escena de la película Matrix, Neo queda fascinado viendo a un niño doblar una cuchara con su poder mental. Después el niño, mientras le entrega la cuchara a Neo, le dice:
No intentes doblar la cuchara. Eso es imposible. En vez de eso,
sólo procura comprender la verdad. Niño
¿Qué verdad? Neo
Que no hay cuchara. Niño
¿No hay cuchara? Neo
Si lo haces, verás que no es la cuchara la que se dobla, sino tú
mismo. Niño
A
los osteópatas también las percepciones manuales nos ofrecen una imagen
distorsionada de la realidad. No siempre son los tejidos del paciente los que
se mueven (no se doblan las cucharas); a veces somos nosotros los que nos
movemos (nos doblamos) a pesar de no ser conscientes de ello debido a unas
deficientes autopercepción y consciencia corporal.
¡La
autoconsciencia corporal! ¡Esta es la clave de la percepción manual! pero, ¿qué
hacer para mejorarla? Hasta ese momento mis lecturas, los cursos y otras
actividades relacionadas con la osteopatía no me habían podido ayudar. Sólo
había aprendido a creer que estaba doblando cucharas, cuando lo que yo
pretendía era sentir que el que se doblaba era yo.
Cuando
comprendí que desde el mundo de la razón no conseguiría mejorar mi
autoconsciencia corporal, dirigí mis esfuerzos a la búsqueda de actividades
físicas que me proporcionaran los estímulos propioceptivos necesarios para
reforzar mi esquema corporal (representación mental del cuerpo que actúa como
referencia a la consciencia corporal).
¿Y
qué actividades físicas podían ayudarme en mis propósitos? Ya que desde el
interior del Matrix osteopático no me podían ayudar, como Neo busqué fuera del
sistema y descubrí el "kyudo" (tiro con arco tradicional japonés).
El
kyudo es una disciplina japonesa que utiliza la respiración y los movimientos
corporales para integrar el cuerpo y la mente. La práctica continuada del kyudo
permite mejorar la autoconsciencia corporal, transformándose el arco en un
espejo donde se reflejan el cuerpo y la mente del arquero.
El
kyudo ha sido llamado "zen de pie" ya que su práctica se realiza en
un determinado estado mental donde en el que pensamientos y emociones apenas
interfieren en las percepciones. Fue trabajando en este estado mental cuando
sentí que parte de los movimientos tisulares que percibía en mis tratamientos
no provenían de los tejidos del paciente sino de mi propio cuerpo.
Los
occidentales tenemos una deficiente autoconsciencia corporal. Estudios
realizados en laboratorios de psicología han puesto de manifiesto que esta
limitada consciencia corporal dificulta la percepción de los movimientos de
nuestras manos. Siendo esto así, ¿con qué criterio utilizamos las percepciones
manuales en los diagnósticos y tratamientos osteopáticos?
En
algún momento de nuestra vida profesional los osteópatas podemos encontrarnos
ante el dilema de escoger entre dos opciones: trabajar con las ilusiones
generadas por la mente (las percepciones) o bien sólo con las sensaciones de
las manos; entre la pastilla azul o la roja que Morfeo ofrecía a Neo en Matrix.
Esta es tu última oportunidad. Después, ya no podrás echarte
atrás. Si tomas la pastilla azul, fin de la historia. Despertarás en tu cama y
creerás lo que quieras creerte. Si tomas la roja, te quedas en el País de las
Maravillas y yo te enseñaré hasta dónde llega la madriguera de conejos. Morfeo
Si
el osteópata opta por escoger la pastilla azul (las percepciones) continuará
percibiendo todo aquello que le proponga el Matrix osteopático mientras que, si
escoge la pastilla roja (las sensaciones), se abrirá ante él un nuevo mundo de
movimientos imprevisibles libres de condicionamientos mentales.
La
tarea de liberarme de mis condicionamientos mentales con respecto al MRP
resultó más difícil de lo que había previsto. Aquellas imágenes mentales
estaban tan arraigadas que ofrecieron una gran resistencia a desaparecer. Pero
finalmente, y gracias a la deconstrucción de las bases teóricas de la
osteopatía y a métodos orientales de entrenamiento mental, mis esfuerzos dieron
sus frutos y paulatinamente dejé de percibir todos aquellos movimientos
tisulares del MRP a los que tantos años de estudio había dedicado.
Tienes que olvidarlo todo, Neo. El miedo, la duda y la
incredulidad. Libera tu mente. Morfeo
Dejar
de percibir los movimientos ordenados del MRP me creó cierta inquietud pues
¿cómo podía tratar con osteopatía unos movimientos tisulares que no podía
percibir? Afortunadamente comprendí lo que me estaba pasando. Con mi mente no
podía percibir aquellos movimientos tan ordenados pero, sorprendentemente, mis
manos podían sentir otros movimientos que no seguían patrones predecibles.
Les enseñaré un mundo sin vosotros. Un mundo sin reglas y sin
controles, sin límites ni fronteras, un mundo donde cualquier cosa sea posible.
Lo que hagamos después es una decisión que dejo en vuestras manos. Neo
¡Movimientos
tisulares sin patrones de movimientos predecibles!, ¡las mismas características
de los movimientos tisulares de origen psíquico! Sin duda alguna era una prueba
más a favor de que gran parte de los movimientos tisulares que había estado
percibiendo estaba relacionada con la psique.
Si
estos movimientos eran de origen psíquico, ¿cómo podía integrarlos en mis
tratamientos osteopáticos? Lejos de ser un inconveniente, mi experiencia me ha
demostrado que integrar en los tratamientos estos movimientos de origen
psíquico permite tratar con éxito enfermedades músculo-esqueléticas crónicas
que se resisten a otras terapias.
Los
caminos de la osteopatía a menudo se recorren en solitario. Abandonar el Matrix
osteopático puede ser considerado por tus compañeros una transgresión difícil
de olvidar. Como el esclavo de la caverna de Platón, cuando intenté dar a
conocer a algunos de mis compañeros la existencia de métodos capaces de borrar
de la mente los condicionamientos acerca del MRP, rechazaron conocerlos y
prefirieron continuar cómodamente instalados en el mundo virtual.
Pero como siempre, recorrer caminos desconocidos lleva implícito estar
dispuesto a las sorpresas y, un día, de forma inesperada, apareció de nuevo el
conejo blanco que me guió hasta la puerta en la que colgaba el cartel
"Evolución", pero esta ... esta es otra historia.
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